martes, 13 de mayo de 2014

101 Kims. de Ronda, Año 2014


     

  Cinco componentes del CA EL ADOQUÍN, Pedro Rincón, Francisco Gómez Sivianes, Ramón García, Pepe Valdera y el narrador de esta crónica (Pepe Valdera y Francisco Gómez Sivianes eran debutantes), nos habíamos inscrito para hacer la mítica prueba de los 101 kilómetros de Ronda, que organizada por La Legión, se celebraba este año el día 10 de Mayo de 2014, y que discurría entre las localidades de Ronda, Arriate, Alcalá del Valle, Setenil de las Bodegas, Montejaque, Benaoján y vuelta a Ronda.
            Este año afrontaba la prueba con mucha cautela, por no decir temor, debido a la lesión que tuve en la rodilla el pasado 26 de abril, y que dio lugar a que prácticamente no pudiese entrenar nada hasta el día de la prueba (dos entrenamientos de 20 minutos en cinta para coger confianza).
            Salida de Gerena a las 6:30 de la mañana, recogida del compañero Sivianes en Camas, y para Ronda que había que desayunar, buscar aparcamiento, dejar mochilas, sellar pasaportes, etc, y todo ello antes de las 10:15.


            Una vez en el campo de fútbol de Ronda saludos a todos los conocidos, fotos varias, nervios, los vivas de rigor a España, el Rey y la Legión Española, y vamonos que nos vamos que quedan 101 kilómetros por delante.
 

            Como antes he comentado, había en el equipo dos debutantes, Pepe Valdera Acuña y Sivianes, los cuales, viendo mis preocupaciones y estado físico, decidieron hacer el camino conmigo, tirando Pedro Rincón y Ramón García para adelante.

            En mis 5 participaciones anteriores no había hecho tanta calor como este pasado sábado, o por lo menos yo no lo recordaba, lo que hizo que desde un principio saliéramos reservando fuerzas hasta llegar a Arriate, y así, corriendo los tramos favorables, y andando las cuestas, fuimos haciendo camino hasta llegar al kilómetro 24 o 25, donde el compañero Sivianes tuvo que parar para ser atendido en una de las UVI móviles de una pequeña fisura que tenía en el astrágalo.
            Éste nos dijo que siguiéramos hacia delante (Pepe Valdera y quien suscribe) ya que él lo dejaba aquí, y que otro año sería.
            Y eso hicimos, seguir poquito a poco hasta llegar a Arriate, kilómetro 30 aproximadamente, donde por fin pudimos recuperar líquidos en condiciones (unas latas de cervezas heladas por gentileza de un Caballero Legionario y después una jarrita de Cruzcampo congelá que quitaba el sentío) para poder afrontar con garantías la primera subida dura del día, Puerto Salinas o puerto de los cochinos como lo conocemos todos.

            Con los compañeros Pedro Rincón y Ramón García estábamos en contacto telefónico constante, por lo que sabíamos que iban una media hora por delante nuestro, acordando que según fuese transcurriendo la prueba nos juntaríamos más adelante.
            A todo esto, recibimos la llamada del compañero Sivianes, el cual nos dice que le han recuperado bien y que ha decidido seguir hasta que no pueda más, lo cual nos alegró a todos, pero si he de ser sincero, ya sabía, por experiencia, que si te encuentras mal en el kilómetro 75 u 80 lo mismo llegas, pero si te encuentras mal en el 22 no hay nada que hacer (al final tuvo el coraje de llegar hasta Setenil de las Bodegas, Km. 56).
            En la subida a Puerto Salinas pudimos comprobar los estragos que estaba haciendo la “caló” entre los participantes (las cunetas llenas buscando la poquita sombra que había), y mientras Pepe Valdera y el menda seguimos haciendo camino, corriendo mucho pero muy despacio, y andando poco pero todo lo rápido que podíamos.

            Y así, después de unas rectas interminables sin una mísera sombra, llegamos al pueblo de Alcalá del Valle, kilómetro 50 creo, donde de nuevo recuperamos líquidos, cambio de calcetines, un ibuprofeno, y curarse las primeras ampollas que iban saliendo.
            Parada cortita y para Setenil de las Bodegas, Km. 56, donde se podía recoger mochila y había un avituallamiento más contundente.
            Cuando llegamos a Setenil nos llevamos la grata sorpresa de que todavía estaban allí Pedro Rincón y Ramón García, con lo cual nos juntamos de nuevo todos los miembros del club menos Sivianes que venía aguantando como podía por detrás.
            Nos comimos un sándwich y un trozo de chocolate y para el Cuartel de la Legión, que había que aprovechar que todavía era de día.
 


            A eso de las 21:00 salimos de Setenil (no me canso de decir lo bonito que es el pueblo) dirección al Cuartel, Km. 77, donde Pedro Rincón, Pepe Valdera y Yo llegamos a eso de la 1:00 de la madrugada (Ramón García se había apuntado al Comando “Tiropalante” y no lo volvimos a ver hasta que llegamos al Tercio), donde nos estaba esperando Sivianes.
            Todo el equipo estaba entero y con fuerzas, y después de una breve parada, Ramón y Pedro siguieron hacia la Meta, mientras que Yo me quedé en la cola de los podólogos para que me curaran las ampollas y Pepe Valdera se ofreció a esperarme.
            Después de la cura, a eso de las 2:30 de la madrugada, por fin pudimos salir dirección a meta, para afrontar lo más duro de la prueba, la subida a la Ermita de Montejaque (por cierto que este año se ha subido por otro sitio aún más duro), la bajada de la Ermita (para mí peor que la subida), llegada al pueblo de Montejaque, bajada hacia Benaoján, y de nuevo una subida de unos 3 o 4 kilómetros, aunque a algunos les pareciera 20, y por fin, después de un amanecer maravilloso por esa Serranía Rondeña, a eso de las 7:30 de la mañana nos plantamos a los pies del Tajo para afrontar la Cuesta de los Molinos o del Cachondeo, para finalmente llegar a Meta donde había un ambiente fenomenal y el público asistente nos recibía como héroes.
            Como Pedro Rincón y Sivianes se unieron a Ramón en el Comando “Tiropalante”, no tenemos fotos de la llegada, si bien Pepe Valdera y Yo podemos asegurar que fue apoteósica.
CONCLUSIONES.-
            1.- La prueba ha estado mucho mejor organizada que el año pasado, en los avituallamientos no faltaba de ná, los Legionarios (Caballeros y Damas) siempre atentos, amables y dispuestos para lo que se les requería. En resumen de 10.
            2.- Lo peor ha sido el calor sofocante (no sé el número de abandonos, pero seguro que ha sido muy alto) y la dureza de la prueba con los nuevos tramos que han metido. Además, muchos de los participantes que iban con GPS, decían que les había salido más de 104 Kms.
            3.- A nivel colectivo muy contento porque hemos conseguido acabar la prueba 4 de los 5 que participábamos del Club, y estoy seguro que si Sivianes se lo propone también logrará acabarla, entre otras cosas porque es el más joven y el que está en mejor forma física.
            4.- Mención especial para Pepe Valdera que ha conseguido acabar la prueba en su primera participación, y además bastante bien, no como en la UTSN, agradeciéndole desde estas líneas que me esperase en el Cuartel.
            5.- A nivel individual estoy muy contento. He conseguido acabar sin que me doliese la rodilla, y lo que es más sorprendente, ni el tobillo, que se  me hinchaba hasta en los entrenos largos. Lo peor las ampollas, que me han salido más que nunca, posiblemente por correr con mucha precaución, o pisar con miedo, o “yoquesé”. Al final he conseguido mi cuarto ladrillo y eso es lo que vale.
            SALUDOS.-

            Aunque se que se me olvidarán algunos, desde aquí quiero felicitar a todos mis amigos Pretorianos de Tomares (Javier, Santi, Emilio, Juani, Carmen, Plácido, EL Niño, Angelito, Carvajal, José Luís, Estrella, Rafa Iza, etc), y sobre todo a los que no lo consiguieron por una u otra causa (Potaje, Havié, Carpe, Javi, etc). Igualmente felicito al trío con más arte de Híspalis (Segundo, Pepe Sosa y Javier Balbuena), a los Susmurais, y en general a todos los que lo intentaron, que ya con ponerse en la línea de salida sabiendo lo que espera es para nota.

1 comentario:

  1. Me alegro un monton que consiguieras un nuevo ladrillo. Nos veremos en alguna locura más de estas.

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